¿Qué pasa con las mujeres cuando son madres? Que de repente, las prioridades cambian y poco a poco dejan de lado rituales de cuidado y belleza en favor de las necesidades del bebé.
Si supieran lo fácil que es cuidarse, que con tres cuidados básicos su piel no sufriría, que no les llevaría demasiado tiempo y que pueden estar tan radiantes como antes, no lo dudarían.
Es fundamental seguir con la hidratación de rostro y cuerpo tras haber dado a luz y más aún si ya se han reincorporado al trabajo. La piel sufre el estrés y las prisas del día a día y tiende a apagarse y quedarse sin brillo.
Rutinas fundamentales:
- Hidratarse día y noche
- Beber abundante líquido
- Comer todo lo sano que se pueda
Estos tres sencillos hábitos dan resultado a corto plazo y la piel del rostro se vuelve más luminosa, más hidratada y más joven.
Durante la noche, la piel se regenera y por la mañana está más receptiva para asimilar todos los principios activos de las cremas. La crema de día protege la piel de las agresiones externas como los UVB-UVA y a la vez hidrata. Actúa también como tratamiento antiedad cutáneo ya que la piel envejece por factores externos como la contaminación.
El segundo momento del día que las mamás deben guardarse para ellas mismas es la noche. Antes de ir a dormir deben dedicar unos minutos a su ritual de belleza. La limpieza del rostro debe hacerse también antes de acostarse para así dejarla limpia e hidratada. Durante el día la suciedad se va acumulando en los poros, la piel va perdiendo luminosidad y, según pasan las horas, los efectos de la crema se van perdiendo. La piel pierde también agua, minerales y vitaminas. Después de limpiarla y de aplicar el tónico es el momento de la crema de noche. Ésta combate y previene las arrugas y ayuda a recuperar la firmeza y la elasticidad de la piel. Tiene antioxidantes y vitamina C, que actúa como antiedad.
Eso sí, hay que encontrar la crema idónea para cada tipo de piel. No todas actúan de la misma manera en el rostro. La piel seca no se cuida igual que la grasa o la mixta. Debemos conocer cómo es la nuestra y un buen experto puede dar con la que necesitamos.
Es cierto que un poco de sol aporta iluminación al rostro pero ya sabemos no se debe abusar. La vitamina C aporta también luminosidad además de hidratar y nutrir la piel.
Otros cuidados que te ayudarán a mantener la piel sana y con luminosidad son:
– Mascarillas. No es necesario aplicarlas a diario. Una vez a la semana sería lo recomendable. Si son naturales, mejor.
– Una exfoliación natural le vendría muy bien al rostro. Pero este tratamiento podríamos reservarlo para una vez al mes o cada dos meses.
– Cuántas veces hemos oído eso de que hay que estar guapa por dentro y por fuera, ¿verdad? Pues por ese motivo debemos cuidar lo que comemos. Una buena hidratación del rostro debe ir acompañada de una alimentación sana. Ya sabemos, carnes y pollo a la plancha, verduras, fruta, pescado… En definitiva, una alimentación variada y equilibrada.
– Y ya sería de nota encontrar un hueco al día o dos a la semana para hacer ejercicio de forma moderada. Aunque sólo sea caminar. Eso sería suficiente pero hay que marcarlo como rutina.
– Todos estos consejos más un buen descanso dejan la piel más que radiante. Así que tomad nota, os encontraréis mucho mejor y vuestro estilo de vida se volverá más sano y adecuado a vuestras necesidades.
Con estos simples cuidados comenzará a notar cómo su piel está más fresca y radiante.