Los cambios de estación suelen influir en el estado de la piel de las personas con dermatitis atópica. El paso del invierno a la primavera suele ser beneficioso. No obstante, aquí encontrarás algunos consejos útiles para esta época.

  1. Hidrátate la piel

Sabrás que la hidratación cutánea es el pilar fundamental para la salud de una piel con dermatitis atópica.

Las células de la parte más superficial de la epidermis están rodeadas por unos lípidos (ácidos grasos, ceramidas, colesterol) que forman una especie de amalgama entre ellas. Estos reciben el nombre de “manto lipídico” y su función es retener el agua dentro de la piel. Se piensa que la epidermis de las personas con dermatitis atópica tiene ciertos defectos, que hacen que su manto lipídico no funcione correctamente.

Por esto, aplicar una buena crema emoliente una vez al día, por lo menos, ayuda a reponer aquello de lo que la piel carece. Recomponen el manto lipídico y así ayudan a mantener la piel hidratada.

Es óptimo que utilices el producto que más te guste, justo después del baño o la ducha, tras retirar la humedad con una toalla; a toques mejor que frotando. Si inmediatamente aplicas la crema hidratante, esta ayudará a sellar la piel y retener la humedad de forma más efectiva.

  1. Aplícate fotoprotección

La radiación solar en primavera es intensa. Todos, tengamos dermatitis atópica o no, debemos protegernos del sol, pues este favorece el cáncer de piel.

Si padeces dermatitis atópica, es bueno que tengas en cuenta algunas cosas en relación con la fotoprotección. Por un lado, se sabe que las personas que padecen dermatitis atópica tienen mayor tendencia a desarrollar alergias de contacto cutáneas. Los protectores solares de tipo inorgánico (llamados también físicos) tienen menos probabilidades de desencadenar alergias, por lo que son más aconsejables que los orgánicos (también llamados químicos).

Por otro lado, muchos protectores solares incluyen perfumes en su composición. Estos igualmente pueden favorecer las alergias; por tanto, evítalos en la medida de lo posible.

Es preferible que utilices formulaciones en crema, con bajo contenido en alcohol, con el fin de evitar la irritación de la piel.

  1. Haz una escapada a la playa

En primavera el buen tiempo acompaña en muchas áreas costeras de nuestro país. Se trata de una época ideal para pasar allí unos días.

La humedad de la costa ayudará sin duda a que tus eczemas se calmen, así como la sequedad de tu piel. Además, la exposición al sol (con moderación, por supuesto, y protección solar) puede hacer que mejore tu dermatitis.

Por último, pero no menos importante, el relax que acompaña a las escapadas playeras, será una gran medicina y contribuirá a suavizar tus síntomas.

  1. Cuidado con la alergia primaveral

No está claro que la alergia estacional contribuya a empeorar la dermatitis. Sí se sabe que es posible que lo haga en algunos casos concretos.

Si observas que la alergia primaveral hace que tengas más brotes de dermatitis en estas fechas, tal vez sea el momento de consultar con un dermatólogo o alergólogo que te pueda ayudar con el mejor tratamiento.

  1. Aunque tu piel mejore, no te relajes

El verano suele ser la mejor época para la dermatitis. El invierno, sin embargo, suele ser más complicado. Por tanto, la primavera se presenta como una especie de transición hacia la mejoría progresiva. Puede que tú lo sientas así, o no, pues cada persona, cada piel y cada dermatitis son diferentes.

No obstante, si tienes la fortuna de estar en el camino a la mejoría propia del verano, no te relajes, sigue observándote y utilizando las medidas de cuidado de piel habituales como los productos de limpieza suave y las cremas hidratantes.

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